miércoles, 22 de abril de 2009

MODA, BELLEZA Y SOCIEDAD… ¿EN EVOLUCIÓN?

Las modas pasan, el estilo permanece.
Coco Chanel.


Los orígenes de la moda son tan antiguos como la misma historia del hombre. Hablar sobre la
evolución de la moda es discutir paralelamente la del ser humano. Desde los albores de la
humanidad, ésta ha tenido la gran necesidad de resguardarse el cuerpo desnudo para
protegerse del medio ambiente. Cubriéndose con pieles de diferentes animales, nunca imaginó
que éste era el principio de una larga y controvertida amistad.

Sin embargo, hoy día, la moda ya ha perdido esa cualidad para convertirse en el objeto del deseo de la mayoría de los seres humanos y esto abarca desde la clase social más alta hasta la más popular. La moda como expresión social, el vestir, el sentirse bien y cómodo con lo que se lleva puesto, va más allá del establishment, de las marcas más costosas y globalizadas, la moda es un aspecto subjetivo, una necesidad de expresión tanto individual como socialmente, la moda es eso: una manifestación de un carácter, de una personalidad, de un deseo.

La moda como lenguaje de la belleza

Como expresión subjetiva, la moda apela directamente a un sentido tan inherente al ser
humano como la misma necesidad de cubrirse: la belleza. Casi como un delirio, buscamos la
belleza hasta en el aspecto más ínfimo de nuestras vidas, y la hacemos tangible cuando
adornamos nuestros cuerpos exteriormente.

La moda, como la belleza, si bien van juntas y ellas a la naturaleza humana, se caracterizan por ser efímeras: la moda es hoy y mañana es otra cosa, como diría la diseñadora francesa, Coco Chanel “todo lo que es moda pasa de moda”, lo mismoocurre con los cánones de belleza, variantes con las épocas y las regiones. Cada uno de esas pautas representan expresiones culturales que van ligadas a la belleza e idiosincrasia de los pueblos, entonces cabe preguntarse ¿Ha sido la moda, en su más puro término, una forma de expresión socio cultural a través del tiempo?

Si miramos con detenimiento la historia de la moda, podemos dar cuenta de cómo ha sido
sinónimo de jerarquización entre las sociedades. En los años del Antiguo Reino de Egipto -cerca
del siglo V a.C- el tipo de ropa usado era un símbolo de su condición social: los nobles y altos
funcionarios del Reino vestían suntuosos trajes de lino real, adornados con magníficas y
pesadas prendas de oro puro y otros metales como el cobre y la plata, incrustados con gemas
preciosas, como se consideraban la carne de los Dioses, las joyas eran utlilizadas la mayor parte
del tiempo en el cuerpo para rendirles culto.

Lo mismo ocurría con el maquillaje, el cual era utilizado tanto por hombres como por mujeres con el objetivo de borrar las imperfecciones de la piel y realzar los rasgos más bellos del rostro como los ojos, los pómulos y los labios. Para el común de la gente era diferente, el lino era más oscuro, más grueso y por tanto, menos fino y aunque usaban joyas también, eran más sencillas y menos puras. Por ser campesinos que trabajaban la tierra u otras actividades pesadas, el ornamento no resultaba tan cómodo para ellos.

Por su parte y casi paralelamente, -siglo IV y V a.C- los griegos también sabían de moda y
belleza. A través de las artes como la poesía, la arquitectura y la escultura, los griegos rendían
culto permanente a Afrodita, diosa del amor y la belleza. En su vida cotidiana, se adornaban
con túnicas blancas bastante elaboradas llamadas citwvn, con lo que sublimaban su imagen para
hacerla parecer a la de los Dioses, por su puesto, tales atavíos eran exclusivos para la clase más
alta en Grecia: los artistas y los intelectuales, masculinos en su mayoría.

Asimismo, la antigua sociedad griega -como la romana- se dividía claramente en dos estratos: los libres y los esclavos. Los ciudadanos libres, eran trabajadores y su vestido dependía de la actividad laboral, por lo general llevaban togas sencillas llamadas exómidas, que dejaban un hombro al descubierto y resultaban cómodas al movimiento, mientras que el vestido de los esclavos era tan precario como su situación. La sencillez de ambos tipos de prendas para las clases sociales altas y medianas también se debía a la agitada vida sexual de los griegos, quienes practicaban extraordinarias orgias en las que el carácter práctico de las batas era bastante útil.

Observando las sociedades antiguas que utilizaban el vestido tanto para cubrirse como para
diferenciar el estrato social, entendemos que hoy día la situación no ha variado mucho. Hemos
sido testigos de los cambios políticos, económicos y culturales que ha sufrido la humanidad y
en ese sentido entendemos que la moda siempre ha sido el espejo de los movimientos sociales
que se gestan en el seno de los pueblos.

Por ejemplo, en el siglo XIX, El primer diseñador de modas que no era simplemente un modisto, fue Charles Frederick Worth (1826-1895) quien era el responsable de diseñar los exagerados atavíos decimonónicos que reflejaban la opulencia de la monarquía europea, mientras que el sector obrero de ese continente se conformaba con vestir trajes opacos y desaliñados que reflejaban así la condición anímica y social que padecían.

Adentrándonos más en el siglo XX, hay varios factores que han influido en la forma de vestir de
las sociedades, pero los principales son la Primera y Segunda Guerra Mundial. Durante los
primeros años del siglo XX, la mayor parte de la moda se originaba en París y en menor
medida, en Londres, es aquí donde comienza a diferenciarse la alta costura de la ropa prêt à
porter -lista para llevar- que se distinguía por ser más cómoda, más barata y por tanto, más
cotidiana, así, las revistas comenzaron a incluir fotografías de los conjuntos y se volvieron aún
más influyentes que en el pasado.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el auge de la fina costura y de los impresos dedicados a ésta cayeron en un estado de coma. Luego de ello, la industria parisina de la moda comenzó a declinar y se hizo todavía más frágil con el segundo golpe que la haría perder la pelea del monopolio en cuestión de vestimenta. La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) destruyó el ya aporreado continente europeo y Estados Unidos se convertiría en el primer productor de ropa a gran escala. Esto ya sentaría un gran precedente.

Mientras los hombres: esposos, hijos, hermanos y padres, habían combatido en ambas guerras,
en casa, la mujer se hacía cargo de las actividades que antes eran de uso exclusivo del género
masculino, incluso cuando ellos ya habían llegado a sus hogares. Esto representó un gran
cambio social, que una vez más hizo eco en el mundo de la moda.

También la música y la llamada “Era dorada de Hollywood” en los años 50’s, con artistas como Elvis Presley, Marilyn Monroe, Greta Garbo, y hasta bandas británicas como The Beatles y The Rolling Stones comenzaron a convertirse en los íconos de la moda e impusieron una manera más rebelde de vestir que en sí imponían estilos nunca antes vistos en los medios conservadores y que al mismo tiempo masificaban la concepción de la moda desde sociedades underground.

Al unísono, una ardua lucha por la igualdad de géneros estaba a punto de ebullición. La
liberación femenina generada por las ideas filosóficas del Feminismo logró convertir a la mujer
en un sujeto de hecho y de derecho, se hizo capaz de tomar sus propias decisiones en los
ámbitos social, político y económico, pero en especial, el sexual.

Con la llegada de la píldora, la mujer tomó conciencia absoluta de su cuerpo, su sexualidad y erotismo, lo cual quedó reflejado en la moda, hecho que sin duda aprovecharon los diseñadores como Mary Quant, quien crea la minifalda y la usa como bandera de este movimiento femenino. A partir de allí, la igualdad entre los hombres y las mujeres en cuanto a derechos civiles,
homogeneizó el mundo de la moda.

Después de tantos cambios ocurridos en el mundo durante el siglo XX, en donde los movimientos vanguardistas de la moda tuvieron su repercusión, como la Belle Époque, la Avant Garde, y otros influenciados por la música del momento y en que la belleza a través de las décadas marcó su pauta para diferenciar los estilos, distintos cánones se convirtieron en íconos de su tiempo: el hippie que rendía culto a la comodidad con el uso de telas orgánicas en los 60’s; el disco, en la que los hombres se volvieron aún más vanidosos que las mujeres en los 70’s, el exceso y exuberancia de los años 80’s y por último el cansancio y desaliño de la moda de los 90’s en la que el fin de siglo marcaría un punto en toda esta historia que acabamos de hojear.

La moda ya habría terminado su metamorfosis y se habría convertido en un producto vendido por los gigantes monopolizadores de la industria. Serían las marcas, aupadas por los medios de comunicación, las que ya impondrían qué usar y que no, con qué atuendos se pertenece a una clase social u otra.

Durante los últimos diez años, no hemos visto grandes cambios o en todo caso un movimiento
de vanguardia que identifique, represente, distinga como auténtica y originada desde los
movimientos sociales a la primera década del siglo XXI. El mercado, la sociedad de consumo y
los medios de comunicación parecen ser los únicos entes que imponen las reglas -así como en
innumerables aspectos- en lo que al vestir se refiere. Por otra parte, pareciera que a estos
primeros años que van del nuevo siglo les faltase imaginación, pues vemos una constante
repetición de las modas de años atrás con variables casi inperceptibles.

Ya lo vislumbraba la actriz alemana Marlene Dietrich cuando dijo “Nos reímos de la moda de ayer, pero nos emocionamos con la de antes de ayer, cuando está en vía de convertirse en la de mañana”. Hoy en día nos bastaria con rebuscar en el armario de nuestra madre o padre para encontrar prendas que nos ponen a tono con las que utilizan los personajes de los medios.

Pero, con todos esos íconos implantados por los mass media ¿estamos negados a brincar la barrera del establishment para encontrar en la moda un lenguaje auténtico de belleza en consonancia con su carácter de expresión social? ¿será entonces éste el ocaso de la evolución de la moda, ya se habrá inventado todo? Tal parece ser que la respuesta a estas interrogantes se define con una sola palabra: involución.

2 comentarios:

  1. Jajaja.. sí, lo saqué de ahi porque me pareció tan bueno que tenía que montarlo acá. Besos maracuchi

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